jueves, 21 de junio de 2007

Después de cuatro años de sequía

Real Madrid
Campeones otra vez


El Real Madrid ha conseguido su 30 Liga a base de heroica, garra y trabajo. Tras tres años en blanco, Don Fabio Capello ha teñido la Liga de blanco. A su estilo, algo peculiar, que no enamora, pero que a final de temporada ha devuelto la ilusión a la afición. Sin embargo, parece que no basta para que continúe en el cargo.


Casi nadie apostaba por este Madrid en septiembre, y ya nadie lo hacía en enero. Pero el Madrid a base de sangre, sudor y lágrimas se ha hecho con el título. A lo que ha practicado el equipo de Capello durante gran parte de esta temporada cuesta llamarle fútbol, (triunfos sin fútbol, victorias sin chutar a puerta, puntos in extremis...) Pero Capello lo ha ganado. Vino con el único objetivo de ganar la Liga y lo ha cumplido, y ya de paso ha puesto algo de orden en el vestuario de la casa blanca.
Parecía en el periodo electoral que la idea de Ramón Calderón era clara: Ganar, cueste lo que cueste. Y por ello apostó por un especialista en estas situaciones. Capello llegó al club abanderado por la recuperación de los valores: lucha, entrega, coraje, unión, garra, corazón, profesionalidad... La cosa pintaba medianamente bien por la meseta tenían un entrenador-sargento que hiciera sufrir a los jugadores, pero el ambiente pronto empezó a enrarecerse. Los Kaká, Robben y Cesc no llegaban y sí lo hacía Emerson y Diarra. Algo dificillmente entendible por los opuesto de los cuerpos.
El Madrid pronto empezó a decepcionar en los terrenos de juego, y Capello pedía 50 días para dar con la tecla. Justamente en el día 50 el equipo blanco visitaba al Lyon con el recuerdo del sonrojante 3-0 de la temporada anterior. El Madrid no llegaba a Francia con aspiraciones de ganar a un equipo lanzado. Y no lo hizo. Se repitió el mismo episodio vergonzante de la temporada pasada. El Madrid volvía a caer por tres goles en un partido en el que no hubo ni rastro de la solidaridad, ni la garra ni el esfuerzo de Capello. El italiano ya estaba con la soga al cuello.
Era imposible jugarse un café a que el Madrid ganaba la Liga, ni siquiera uno de esos del presidente Zapatero de 80 céntimos. Los aficionados rezaban por clasificarse entre los cuatro primeros, y los más osados soñaban con no pasar por la ronda previa de la Champions.
Pero con el tiempo el negro se fue volviendo blanco. Blanco merengue. El Barcelona empezaba a pinchar, y al Sevilla le entraban las dudas lógicas de quien no está acostumbrado a estar por ahí. A todo esto, los de Capello comenzaban una racha de victoria tras victoria. Ahí se empezaba a vislumbrar la posibilidad de poder rendirle pleitesía a la diosa Cibeles en verano.
Con su mismo fútbol de siempre, directo, sin espacio para detalles de calidad, con una buena disciplina táctica, que llegó a su punto máximo cuando el equipo cayó eliminado en las competiciones coperas.
Capello le ha sido fiel a su estilo de juego durante toda la temporada, pero ha probado todo lo probable.El técnico ha tenido que rectificar infinidad de veces (Suplencia de Helguera, castigo a Beckham, posición de Raúl, titularidad de Robinho...) y ha tenido que corregir en segundos tiempos los planteamientos erroneos de los primeros. Todo sin dejar rastro de una mejora en el juego, sin querer tener más presencia en el campo, siguiendo con la renuncia al balón. Vamos, que nunca ha querido llevar el peso de un partido y dominar al rival. Capello sabía que su forma, aunque poco ortodoxa, le daría éxito.
Capello ha sido un entrenador, y ha sabido lo que tenía a su disposición. Ha utilizado a casi todos los jugadores de la plantilla, sin importarle tener que dar marcha atrás y rectificar decisiones, algo que dicen que es de sabios.
Empezó con Salgado, Ramos, Cannavaro y Roberto atrás. Al poco tiempo cambió al gallego por Cicinho. Con la lesión del lateral brasileño le levantó el castigo injustificado a Helguera, desplanzando a Ramos al lateral. El cántabro, que estaba más fuera que dentro a principio de temporada, incluso llegando a perder el dorsal, ha realizado una labor magnífica. Después Fabio ha sabido sacar uno de los brillantes más lúcidos de la cantera blanca, Miguel Torres. También es cierto que al principio no confió en él, y puso en un partido a Ramos de lateral zurdo. Capello en estado puro, una decisión que haría vomitar a una cabra, pero él ahí, empecinado en su estilo. No ha sido para menos el doble pivote. Emerson-Diarra, dos hombres de corte defensivo, con nulo criterio de juego, que debían proteger la defensa. Capello ha seguido confiando en los suyos, de la misma manera que lo hizo con Canna. También ha sabido no caer a los encantos de Gutierrez, y le ha dado entrada en los momentos adecuados. Aunque en algunas ocasiones, vease el partido de Munich, debió darle entrada desde un inicio. Pero Capello tiene unos ideales inquebrantables. Quizá demasiado. Después, ya en enero, le dio entrada a Gago, pero aún sabiendo que sería una medida impopular entre aficionados y prensa, no le dio continuidad al ver que su juego no cuajaba del todo en el equipo. También se equivocó, y repito, a pesar de todas las equivocaciones el Madrid es campeón, al empeñarse en meter a Raúl en las bandas. Buscaba tios fuertes que recorrieran todo el flanco, por eso condenó al frágil Robinho al banquillo. Puso al capitán a la derecha, a la izquierda. Tampoco le convenció, normal. Así que optó por poner en esa posición a Higuaín, hasta perdonar a Becks, algo que sirvió para liberar al capitán y acercarle al área, donde ha marcado cuatro goles.
En la rectificación al error más grave, Capello se dió cuenta de que era Beckham el hombre ideal para canalizar su juego directo. El guante del pie derecho del inglés ha sido el salvador del equipo esta temporada. A partir de la absolución, balón a la derechar y platanito o cambio de orientación a alguién desmarcado del inglés. En la otra banda Robinho también le obligó a cambiar los planteamientos iniciales del italiano. Capello no confiaba en él por su escasez de apoyo defensivo, pero al final el brasileño, que aún es joven y puede permitirselo, ha terminado corriendo, subiendo y bajando como el que más.
En lo único que no ha dudado Capello ha sido en la punta. Trajó a Van Nistelrooy, y si lo fichó fue para algo. No le tembló el pulso a la hora de desprenderse de Ronaldo, la confianza en el holandés era plena. Van Nistelrooy, casi solito se las ha tenido que arreglar para marcar, y lo ha hecho. Es lo suyo.
En definitiva. El Real Madrid ha gandao la Liga. Después de muchos años y con mucho sufrimiento.
Calderón contrató a Capello con el objetivo de ganar y de recuperar las señas de identidad del club, y el italiano ha hecho ambas cosas. Calderó, como todos, sabía que el estilo no iba a ser el más vistoso, pero apostó por él. Ahora, el presi ya ha cargado su ego al máximo y está dispuesto a cargarselo. Puede tener sus motivos, pero está tratando el asunto de una manera que ni Capello ni la historia del Madrid se lo merecen. El Madrid está tratando el asunto con un cinismo lamentable, totalmente indigna de un campeón de Liga. En fin, un paso más en la 'florentinización' de Calderón.


Los jugadores uno a uno


Casillas: Esta temporada ha vuelto a demostrar que es el verdadero galáctico. Ha jugado todos los partidos de la Liga. Sus intervenciones en momentos críticos han salvado muchos puntos para el equipo. Titular indiscutible.



Salgado: Su temporada ha sido un auténtico calvario. Empezó como titular, pero pronto perdió su sitio en favor de Cicinho. Después sufrió una grave lesión que le ha tenido apartado seis meses del equipo. La irrupción de Torres provocó que no volviera a jugar con regularidad.


Cicinho: Su estilo no concuerda con el de Capello. Empezó como suplente, pero a la cuarta jornada ya era el titular. Al igual que Michel, se lesionó. Reapareció como titular, pero la perdió enseguida. Ataca bien, pero tiene problemas para defender


Ramos: En su segunda temporada en el Bernabéu se ha consagrado como uno de los mejores centrales de Europa. Ha sido de lo más destacable del Real Madrid. Empezó como central, pero tras la entrada de Helguera en el equipo pasó al lateral, donde rinde más.


Cannavaro: Llegó como el mejor defensor del Mundial, pero no ha alcanzado ni de lejos el nivel exhibido en Alemania. Aún así, habiendo cometido errores de bulto, ha sido un fijo para Capello.



Helguera: A principio de temporada estuvo a punto de marcharse al Racing, pero no lo hizo, lo que parecía condenarle a pudrirse en el banquillo, pero las lesiones de otros compañeros se convirtieron en alegrias para él, y desde que comenzó a jugar en Getafe, a gran nivel, se convirtió en el jefe de la defensa.

Roberto Carlos: Ha evidenciado el fin de su etapa en el equipo. También se lesionó de gravedad, algo que nunca acusó el equipo, ya que nunca lució subiendo como antaño por la banda. Lo único rescatable nos lo ha ofrecido en el tramo final de la campaña.


Torres: La gran revelación del Madrid esta temporada. Ha sido el comodín del equipo en los laterales. Rápido, siempre concentrado, es un jugador que siempre cumple. El puesto en el primer equipo lo tiene asegurado.



Beckham: El principal error y el principal acierto de Capello. No contaba con la confianza de Capello desde un principio, y el técnico aprovechó su fichaje por los Galaxy para apartarle del equipo. Por culpa, o gracias a las lesiones Capello tuvo que tirar mano de él, y el inglés respondió. Es el protagonista de una Liga que se ha decidido gracias a sus centros.

Diarra: Empezó la temporada rematadamente mal, incluso perdiendo el puesto en el once titular. Sin embargo, en la segunda vuelta, una vez acoplado al fútbol español ha demostrado ser un buen jugador, basado en la fuerza y la entrega. Aún así, no se parece en nada al Diarra del Lyon.

Emerson: Su temporada ha sido bastante mal. Se esperaba muchísimo más de él. En el Bernabéu no le quería ni ver, pero siempre contó con la confianza de Capello, hasta la llegada de Gago. Tras la lesión del argentino volvió al equipo y mejoró su rendimiento, que sigue siendo bajo.


Gago: Empezó su andadura blanca lanzado, pero ha ido muy de más a menos, hasta perder la titularidad. Nunca ha sido el Gago de Boca, le puede haber perjudicado el jugar dos campeonatos seguidos sin tener descanso.



Guti: Su temporada ha estado llena de claroscuros. Ha sido determinante en algunos partidos, pero siempre saliendo desde el banquillo. Cuando es titular rinde menos. Un jugador irregular




Robinho: Sabía que por su escasa aportación defensiva no contaba para el técnico. Pero ha conseguido evolucionar y ha dejado de ser ese jugador de exclusivamente bicicletas y regates. Al final, con la confianza de Capello, sacó lo mejor de si mismo. Su temporada ha sido bastante buena.


Reyes: Cuando se hizo con la titularidad sufrió una lesión que truncó su evolución. Tras reaparecer no ha sido el mismo. No ha tenido continuidad tampoco, y se convertió en un revulsivo. Paradojicamente marcó los dos goles que le dieron la Liga al Madrid.


Raúl: Ha sido uno de los grandes dagnificados de la manera de jugar de Capello. Confió en él, pero siempre en posiciones alejadas de la puerta, en una banda o en otra. Al final se dió cuenta de que todavía es un jugador válido y lo devolvió a las inmediaciones del área, donde nos mostró que el que tuvo, retuvo.

Higuaín: Ha cumplido bastante bien. En su primera incursión en Europa ha tenido que jugar en la banda en algunas ocasiones. Ha trabajado para el equipo en táreas defensivas y nos ha dejado ver su genial manejo de balón y velocidad, pero falla demasiado de cara a puerta.


Van Nistelrooy: Excelente. No existe otro calificativo para la temporada de Van the Man. Llegó muy criticado por su edad y porque mandaba al banco a ronaldo, pero ha cerrado muchas bocas con sus goles. A pesar de jugar todos los minutos y estar físicamente agotado ha demostrado ser uno de los grandes.

Cassano: La imagen habla por sí sola. Parecía ser Capello quien pudiera reconducir su carrera, pero ni él ha podido. Se ha pasado más tiempo en la grada que sobre el césped, algo que no ha parecido molestarle demasiado. Un parásito en el equipo.

5 comentarios:

Iñaki dijo...

Campeón sin jugar a nada, pero campeón a fin de cuentas. Con el fichaje de Capello era lo que se buscaba, el éxito inmediato.

En cuanto a jugadores pues destacar sobretodo a Beckham y Van Nistelrooy, una conexión que ya funcionaba de maravilla en Old Trafford.

Un saludo

Chus dijo...

Jajajja, enoooorme esa foto de Cassano!! :-) ¡Qué fillo de la gran putana, cómo ha chupado pasta!

Anónimo dijo...

Macho y donde estan Marcelo, Pavon, Raul Bravo y Mejia. Me parece una falta de respeto hacia estos jugadores que tambien forman parte del equipo! Bien contentos que estaban el otro dia, es como lo que paso el año pasado con Ezquerro y Maxi en el Barça. Mira que no tenerlos en cuenta, macho das pena...

Andrés Romero dijo...

Yo pienso que Higuaín debería ser utilizado como segundo punta bien en el centro bien en banda. Le falta gol.


Un abrazo

Kerlon dijo...

Fantastico post. Me salgo del tema para comentarte que ya es oficial el fichaje de Tiago por la Juve. Me parece un excelente centrocampista y espero que se adapte bien al futbol italiano.
Saludos

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Christian Castellanos Lijó, administrador de Curva Bianconera.