Liverpool 1-0 Chelsea (4-1)

El Liverpool pasa a la final por penaltis

Pepe Reina se volvió a mostrar sobervio en una tanda de penaltis que cierra un ciclo en la historia del Chelsea. Ni a la tercera logró Mourinho meter a su equipo en la final de la Champions.

Chelsea y Liverpool saltaron al césped del mítico Anfield ante el rugido de una afición que llevaba a su equipo en volandas hasta el Olímpico de Atenas. Los primeros minutos fueron de tanteo para ambos equipos. Tensos y sin control, los hombres de uno y otro equipo buscaban su sitio en el terreno y la medular apenas entraba en juego.

Fueron los hombres de Benítez quienes encontraron antes su sitio y comenzaron a dominar el partido, encerrando a un Chelsea que esperaba su momento. Con el marcador en contra, era el Liverpool el que tenía que tomar riesgos y los blues esperaban los contragolpes para sentenciar la eliminatoria y certificar el ansiado pase a la gran final. Pero las contras y los espacions atrás no se sucedieron y los londinenses se vieron acosados por el empuje de los reds.

Drogba no apareció, Reina ni se enteró y Gerrard controlaba el tiempo del partido. Tampoco eran excesivamente claras las ocasiones de los locales, pero por lo menos llegaban al área rival. Pero mediante una falta ensayada el danés Agger igualaba la eliminatoria con un golde categorias inferiores. En los cinco minutos que siguieron al gol, el Liverpool rozó el segundo de la noche ante un Chelsea ausente.

Tardaron, pero los londinenses despertaron y el último cuarto de hora del primer tiempo fue para ellos. Dos paradones de Reina, primero en un mano a mano con Drogba y después en un lanzamiento de Lampard, evitaron el empate de los blues. El marcador reflejaba un 1-0 al descanso, y una eliminatoria tan igualada hacía preveer un segundo tiempo apasionante.

Pero no, el Chelsea evidenció el fin de una era, y de nuevo fue el Liverpool el que dominó el partido, aunque con menos claridad que en el primer tiempo. Hubo más alternativas, pero las ocasiones más claras volvieron a ser para los reds. Cech ante un testarazo de Crouch y el larguero con un remate de Kuyt evitaron el 2-0. Al Chelsea se le vio más enredado que de costumbre, la ausencia de Shevchenko se notó más de la cuenta y dejó demasiado solo a Didier Drogba, que apenas puso en peligro a la zaga local. Sólo a final del partido y tras un buen centro de Ashley Cole, Drogba no pudo empujar el balón en la misma línea de gol. Nada más. Los temidos minutos finales del Chelsea esta vez no fueron tanto y el 1-0 dio paso a la prórroga.

Los 30 minutos de añadido fueron tensos. El Chelsea se volcó a por el gol de la victoria, pero el marfileño Drogba continuó sin aparecer. Nadie logró batir ni a Cech ni a Reina y el fatídico momento de los penaltis fue ineludible.

Zenden, Xabi Alonso, Gerrard y Kuyt fueron fueron los encargados de anotar para el Liverpool. pero los blues no estuvieron atinados y dos fallos de Robben y Geremi fueron suficientes para que los reds llegaran a la final sin que concluyera la tanda, y es que el Chelsea sólo logró transformar el lanzamiento de Lampard.

Tras este nuevo fracaso, llega el momento que nadie esperaba en el Chelsea, el momento de recapacitar, el momento de hacer balance, el momento del análisis de la temporada de la triple corona que se va quedando en la temporada de la triple nada. Llegó el momento de tomar decisiones en Stamford Bridge. El futuro no pinta bien para el Chelsea, el Liverpool se volvió a cruzar en el destino de Mou.