Oporto 03/04
Volvieron a rugir tras 17 años

El 'efecto Mourinho' hizo que el club de Do Dragao ganara cinco de los seis títulos a los que optaba. 'Mou', por aquél entonces un desconocido, fundamentó su equipo en una ferrea base defensiva, una pegada terrible y la imaginación de Deco. Copa de la UEFA en 2003 y Champions en 2004. ¿Alguién da más por menos?
Todavía hoy es difícil de explicar cómo el Oporto ha ganado en dos años dos Ligas, una Copa de Europa, una Copa de la UEFA y una Copa de Portugal. De repente, aquel ex traductor del Barça, saltaba al panorama internacional con un equipo trbajador, de obreros, que se imponia por desgaste, porque confiaba en sus posibilidades, sabía lo que tenía que hacer en cada momento y no le importaba esperar a que llegase su oportunidad.
El Equipo del norte de Portugal empezaba la Champions League sin contar para nadie, a pesar de haber ganado la UEFA el año anterior, un trofeo que está devaluado en nuestro continente. Pero poco a poco el equipo de Mourinho fue mostrando sus numerosos argumentos y se plantó en la final eliminando a equipos como Manchester United y Depor entre otros. Ya en la final vapuleó al Mónaco de Deschamps en una de las finales más desigualdas que se recuerdan en los últimos años y le dió una lección táctica sin precedentes que le permitió ganar por un contundente 3-0.
El Equipo del norte de Portugal empezaba la Champions League sin contar para nadie, a pesar de haber ganado la UEFA el año anterior, un trofeo que está devaluado en nuestro continente. Pero poco a poco el equipo de Mourinho fue mostrando sus numerosos argumentos y se plantó en la final eliminando a equipos como Manchester United y Depor entre otros. Ya en la final vapuleó al Mónaco de Deschamps en una de las finales más desigualdas que se recuerdan en los últimos años y le dió una lección táctica sin precedentes que le permitió ganar por un contundente 3-0.
¿Cuál era su secreto? Mourinho hablaba únicamente de trabajo y fe. "El secreto son dos años de duro trabajo con los mismos jugadores y el mismo equipo técnico. Seguimos una filosofía táctica, tan religiosamente, que a veces pienso que podríamos jugar con los ojos cerrados. De acuerdo, no tenemos las 'estrellas' del Real Madrid o el Milan, nos faltan grandes nombres, pero lo suplimos con nuestro espíritu de equipo y organización".

Con 23 años quiso completar su formación en Inglaterra y Escocia, vio la forma de trabajar de técnicos británicos y quiso estudiar idiomas. "Me es imposible trabajar en un club si no conozco su idioma". Ahora, es de los escasos entrenadores que domina cinco lenguas (portugués, español, italiano, inglés y francés).
Su conocimiento del inglés fue, precisamente, el que le abrió las puertas de la élite, gracias a la llegada del británico Bobby Robson al Sporting de Lisboa. Mourinho describe la llegada de Robson a Lisboa como el momento más importante de su vida, porque ya no se separaría de él, primero como traductor y después como ayudante en muchos años. De Robson, que se lo llevó al Oporto y después al Barcelona, Mourinho aprendió su filosofía de vida, la forma de quitarle presión a sus jugadores.
"Robson decía: puesto que jugar al fútbol es una de las cosas que más amas en la vida, ¿Por qué estás nervioso? Da lo mismo que juegues un partido de Tercera División que la final de la Copa de Europa, lo importante es que haces lo que te gusta", afirma. En la final aplicó la misma psicología frente a unos jugadores que se sabían a las puertas de la gloria. "Lo único que quiero es que mi equipo sea feliz", dijo la víspera de la final de la Champions de Alemania.
Mourinho sustentó su proyecto portista en cuatro figuras indiscutibles:

El otro fundamento en que se basaba Mourinho era su trivote. Siempre indiscutible el colocar a tres jugadores en el medio del campo para liberar a sus hombres de atáque. En el Oporto se juntó el medio campo perfecto. Un cerrojo como Costinha, un hombre de potencia y derroche
físico, como era el caso de Maniche, y la clase de Deco, la manija de aquel equipo campeón. Un campeón con una tremenda pegada. Jankauskas, Alenichev, Derlei y Benny McArthy fueron los delanteros del más glorioso Oporto.

El veterano Costinha era la extensión del técnico sobre el campo. y se encargaba de que nadie que estuviera a su alrededor perdiera la posición defensiva. Costinha, a quién malconocemos por su etapa en el Atleti, en el Oporto de Mourinho fue un centrocampista inexpugnable que robaba la pelota y buscaba la
solución más fácil, sin niguna complicación. Al costado de 'Cost', José Mourinho situó a otro currante como Maniche. Un centrocampista fuerte, capaz de renovar muchos balones, pero valiente a la hora de incorporarse al área rival por potencia. En el Oporto campeón pudimos ver los mejores años de Maniche. Estos dos trabajadores eran los escuderos de Deco, la clase del Oporto, el único jugador que tenía licencia para imaginar en aquel equipo de solidarismos. El brasileño con pasaporte portugués era el cerébro del equipo, todo giraba en torno a él. Su capacidad de pase en corto y en largo era la manera por la que el equipo de Mourinho sorprendía a sus rivales. Así jugaba el Oporto; agazapado atrás esperaba su momento, Carvalho le ponía el balón a Deco, este, protegido por los 'guardaespaldas' Maniche y Costinha, pensaba y ponía un pase a uno de los tanques que el equipo tenía esperando. Así de sencillo y directo fue el juego de este equipo que reinó en el continente durante dos temporadas.
Pero todo lo bueno llega a su fin. Mourinho sintió la llamada de la Premier y del talonario de un ruso que acababa de comprar un Chelsea que quería volver a ser grande. Con él se fueron dos de sus pilares en Portugal, Ferreira y Carvalho. Deco cambió Oporto por Barcelona y fue el mejor fichaje de la primera temporada de Laporta en el Barça. Por su parte, Maniche y Costinha se dejaron seducir por los petrodolares y se marcharon a la liga rusa. Posiblemente el Oporto nunca volverá a ser lo que fue con Mourinho en el banquillo. Pero consiguió, hace tres temporadas, una de las Copas de Europa más justas y meritorias, un premio al trabajo y al sacrificio.
El Oporto soñó y trabajó para volver a ser grande, y lo ha conseguido.


8 comentarios:
Bravo. Excelente artículo. Me ha encantado.
Saludos.
Muy bueno el post. Yo siento especial debilidad por Quaresma. Qué jugador.
Saludos.
Muy buen post, excelente.
Yo pienso que gran parte de la culpa de los éxitos del Oporto la tuvo Mourinho, que se fue al Chelsea. Después Victor Fernandez no supo hacer lo mismo.
El año que viene lo tendrán más difícil con la casi-segura marcha de Quaresma , Fucile (me encantó este lateral izquierdo) y la ya confirmada de Anderson, aunque esta temporada no ha tenido mucho protagonismo.
Otra de esas copas de europa que considero una vergüenza...echando unicamente al manchester...hasta los suplentes del madrid los golearon sin jugarse nada en portugal...pero el gran mourinho,con un buen cerrojito y el criterio de deco rodeado de buenos jugadores de nivel b(excepto carvalho que es de nivel a)ganaron una champions realmente lamentable...no veo la hora de que se cambie este formato...
@ o rei:
a mi me parece una de las champions mas bonitas, trabajadas y meritorias. estuvo llena de sorpresas además con el monaco eliminando al madrid cuando nadie lo esperaba. con un chelsea-monaco precioso en semifinales. y con una final preciosa, q leccion tecnica de mou!!!
no entiendo tus criticas porq me parece q el oporto se lo mereció, igual q se lo mereció el dortmund en el 96. lo q pasa q porq no sean los mas grandes parece q no tengan derexo a ganarla. muxo mas vergonzoso es q la aya ganado el milan esta temporada
Saludos a todos!!!
Suele pasar que cuando un equipo de nivel medio-alto hace una gran temporada y conquista títulos, al año siguiente se queda sin sus figuras, como el caso del Oporto, que perdió a hombres tan importantes como el técnico Mourinho o el ahora culé Deco.
Gran artículo amigo, mañana ya sabes que eres protagonista en La pizarra de Capello, jeje
Un saludo!
1º Ricardo Carvalho era por aquel entonces en mejor central del momento.
2º Deco jugaba en ese equipo unos metritos más adelante de lo que lo hade en la actualidad en el Barcelona.
3º La clave estuvo en el cabezazo de Costinha en la vuelta en Old Trafford en octavos de final en el tiempo de descuento. Aún recuerdo los saltos de Mou en el banquillo del 'Teatro de los Sueños'.
4º El trivote que comentas en medio campo lo foramaban junto a Costinha y Maniche, bien Pedro Mendes, bien Aletnichev (autor del tercer y definitivo gol en la final frente al Mónaco de Deschamps).
5º Mou demostró lo grande que es con un equipo en el que el equilibrio táctico era la tónica predominante. Quizá con el Chelsea con más jugones le cueste algo más. De todas formas su gestión en Londrés, pese a no haber ganado la Champions, me parece de notable alto.
Saludos.
la eliminación del madrid,bajo mi punto de vista rozó el ridiculo,demostrando lo patética que es la champions...un madrid que con 0-1 mostraba la actitud que el barça en la copa catalunya...algo que no sucederia de jugar solo los mejores...nadie me puede vender esa remontada como epica,porque una remontada por demerito del rival,es siempre el antifutbol...y esa lo fue.
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