Motivos para creer

La Real Sociedad es así. El sábado se enfrentaban en la Romareda el Zaragoza y la Real en un duelo muy atractivo y seguido por sus aires de Primera. Desde hacía algún tiempo, gran parte de San Sebastían pensábamos que la Real Sociedad había dejado de ser un equipo de fútbol para acabar reduciéndose al orgullo de ser de la Real. Pero no, de un tiempo a esta parte, el equipo de Donosti vuelve a dar coletazos de fútbol. Aunque muy a su manera. El sábado, en el minuto 10 todos estábamos maldiciendo a cada uno de los jugadores, a sus respectivas familias y, cómo no, en el entrenador. La Real se había dejado meter dos goles (sí, errores propios y no mérito del rival) y perdía 2-0 en un campo clave en la lucha por el ascenso. Pero 70 minutos después, la Real había marcado dos goles, remontado un 2-o dos años y medio después, y todos estabamos pensando (más de uno estaba seguro) en ganar el partido. Seguramente, la Real no es tan mala como en los primeros minutos de partido, ni tan buena como en la segunda parte. Pero el punto que sacó el sábado la Real tiene mérito. Y mucho. Principalmente por el once que fugaba enfrente: Ayala, Jorge López, Arizmendi, Ewerthon, Oliveira... En la Real, la fórmula que históricamente se ha buscado implantar y que ahora puede dar resultados: Zubikarai, Carlos Martínez, Labaka, González, Castillo, Elustondo, Xabi Prieto y De Cerio con Gerardo, Marquitos y Sergio de fuera.

Sobre el papel, la victoria se decantaría por el Zaragoza de Marcelino. Pero, al menos para mí, la Real fue mucho mejor. Su único error estuvo en no saber contrarrestar la salida en tromba de los maños y ponerse nerviosos por la ficticia vuelta a Primera. Pero la Real se dio cuenta que el Zaragoza está en su misma categoría (que posiblemente no pertenece a ninguno de los dos) y, analizando el global del partido, fue superior. Jugaron mejor el balón, la tocaron más, controlaron el tiempo y tuvieron ocasiones más claras. Por eso, a pesar de lo inusual y lo taquicárdico de la remontada, entre la afición realista quedó un regusto amargo. La sensación de haber desperdiciado una oportunidad única.

Pero hay que valorar el punto (aunque ganando la Real sería líder y el Zaragoza colista), el juego y, sobretodo, el esfuerzo de unos jugadores que han sabido crecer entre dificultades y que en más de una ocasión nos han dejado ejemplos de lo que son capaces de hacer. Llegarán los días de mal juego, de no salir nada, y con ellos las derrotas, obviamente. Pero la apuesta por ellos es el camino a seguir. Y ahora, además, el único posible. El mismo con que se empezó el año pasado y que se interrumpió en enero. Así es como tiene que subir la Real. Ocho o nueve de la cantera y dos o tres de fuera ¿A que os suena? En Zaragoza vimos que es eficaz. Obviamente no es una garantía de ascenso, ¿pero quien la tiene? No la tuvo la Real de los fichajes millonarios el año pasado pese al ascenso "como sea" de Badiola. Ni tampoco el Zaragoza con sus jugadores de Champions. Esta Real tampoco. Pero hace lo que debe.