jueves, 4 de septiembre de 2008

Oro sin brillo


El Milan tiene tres balones de oro a los que hay que volver a sacarles brillo. Para Ronaldinho, Kaká y Shevchenko han quedado muy lejanos en el tiempo los días en los que, a la sombra de la Torre Eiffel, recibían el premio más prestigioso del mundo para un futbolista. El Milan es, a día de hoy, el equipo que más balones de oro posee: tres. Pero de momento no nos han mostrado el por qué de su baño dorado y sí que les hace falta un pulido severo. Ahora mismo, el único que tiene asegurada la titularidad es Ronaldinho. Y hay que admitirlo, porque es Ronaldinho y ha sido la inversión más importante del verano para el equipo rossonero. Llegó de Pekin con una sensación agridulce, tras haber perdido la final con la selección olímpica brasileña y de jugar ocho partidos en menos de un mes después de haber contemplado los céspeds desde lo lejos durante casi medio año, cuando aún tenía contrato (que no era jugador) del Barça.

Los JJOO han restablecido un poco la imagen de un Ronaldinho en forma, que parece haber alejado esa tripa sospechosa que se le adivinaba bajo la camiseta. Pero ni en las olimpiadas, ni en el debut en Serie A Ronaldinho ha dejado la sensación de ser otra vez ese futbolista que marcaba la diferencia. El Balón de Oro 2005 sólo marcó dos goles (a Nueva Zelanda) y nunca ha dejado su impronta en los partidos, ni ha sabido controlarlos o llevarlos a su terreno. Como pudimos ver en la semifinal contra Argentina, donde la batalla con su ex compañero de equipo, Leo Messi, fue de largo para el azulgrana. Pero ahora desde Italia llegan imágenes de Dinho entrenándose sobre el césped, fuera del gimnasio y con ganas de trabajar para recuperar la forma que pierde cualquier futbolista después de 4 meses de inactividad. Sus compañeros hablan ahora maravillas de él, y Ancelotti (siempre presionado por Berlusconi) parece confiar en él. De momento, juega al lado de Seedorf por detrás del punta, hasta la recuperación de Kaká.

El último Balón de Oro que parece sacado ya de una tienda de antigüedades, oxidado y sin brillo, que ha llegado a Milan ha sido Andriy Shevchenko, que de momento buscará acomodo en el banquillo. Los test físicos que ha hecho públicos el Milan Lab revelan que su condición física es más que aceptable, y aclaran, según ellos, que su decepcionante paso por el Chelsea fue fruto de diversos problemas físicos que le obligaron a operarse dos veces (una de ellas de una herniainguinal). Para recuperar la forma e intentar acallar algunas críticas sobre su fichaje (Costacurta dijo que él no lo hubiese fichado), Sheva trabaja con un preparador físico personal. Pero posiblemente su principal problema se encuentre en la confianza, la moral y la falta de ritmo de partidos. En esta pretemporada, Scolari, sabiendo que iba a abandonar el equipo blue, le ha dado minutos con cuentagotas esta pretemporada, haciéndole jugar sólo en tres partidos y 20 minutos consecutivos en el mejor de los casos.

Y, a día de hoy, el mejor y el que está peor es Kaká. El vigente Balón de Oro se lesionó antes de jugar el torneo del ferrocarril en Moscú (el Milan perdió contra el Sevilla y encajó cinco goles del Chelsea) y aún le quedan, al menos quince días más para poder volver a jugar. Ya vio caer a su equipo en el primer partido oficial de su ausencia (1-2 contra el Bolonia en la primera jornada de la Serie A) y parece dispuesto a volver para dla disputa de la segunda contra el Genoa. Pero, si lo hace, obviamente, será fuera de forma. Por ahora, los balones de oro ni brillan y en el peor de los casos, ni giran, pero es algo que no parece afectar a la afición milanista, que se alegra con sólo poder contemplarlos y supera ya los 41.000 abonados. Y eso que el oro no brilla como en los viejos tiempos...

1 comentario:

zaragocista dijo...

Hombre, Ronaldinho en forma en forma tampoco está, lo que pasa que comparas fotos con hace un par de meses y claro, el agravio comparativo es brutal. Yo confío un poco más en este Milán, pero siguen necesitando evolución y cambio.


Un abrazo jugón

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Christian Castellanos Lijó, administrador de Curva Bianconera.