16-XII-2007 ¿el último partido del gran Paolo?

Maldini, por la puerta más grande

Quiere conseguir en Japón el 26º trofeo con su Milan y acabar su carrera aplaudido por el público de todo el mundo.
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Otro trofeo. El 26º en perfecta armonía con el Milan, para acabar una carrera inigualable de la mejor manera imaginable. Como ni él mismo pudo imaginar en su infancia. Paolo Maldini tiene ahora un único, el último, deseo: levantar al cielo de Japón la copa del Mundial de clubs. En algo menos de 9 días podremos quedarnos sin uno (para muchos el más) de los futbolistas más importantes de la historia del fútbol. El próximo 16 de diciembre, el capitán eterno del Milan puede dar una noticia de esas que marcan a una generación y que año tras año se conmemoran. Será, si todo coincide con sus plegarias, un noticia feliz, pero Maldini podría anunciar su retirada tras la final. La final de la ex Copa Intercontinental puede ser el último partido de su carrera. Finalizada, antes de lo previsto, porque sus rodillas ya no aguantan más. De hecho, Maldini ya había pensado en la retirada al final de la pasada campaña.

Pero la alegría, la felicidad, de Atenas había hecho llegar nuevos estímulos hasta sus piernas cansadas, ganas de seguir, de no rendirse, de seguir con lo que más le gusta Una larga época de reposo y una dosificación adecuada han contribuido a que las ganas puedan con el dolor. También una Supercopa de Europa, la quinta de la dupla Milan-Maldini y ahora las ansias de la Intercontinental. Se convirtió en asiduo a ella a finales de los '80 (fue campeón en 1989 y 1990 con Sacchi en el banquillo), pero después se le transformó en una maldición con Capello como entrenador (perdieron en el '93 y en el '94) y tampoco se les dio bien en su última participación, ya con Ancelotti, en el 2003.

Ahora, il capitano, quiere resarcirse contra Boca Juniors tras la vendetta contra el Liverpool, lo que le da fuerzas de seguir, aunque sea un poco más al veterano defensor del Milan. Récord absoluto de partidos disputados en Serie A (605), con la selección italiana (121) y de trofeos para toda una leyenda viva del fútbol. Ahora, sus únicos adversarios, lo único que le planta cara, son sus rodillas. Ahora está al límite, luchando a capa y espada contra su lesión crónica. Pero en Yokohama el capitán milanista volverá a correr, a luchar.

La última gran aventura de Paolo ya ha comenzado, ya está en Japón, y acompañado por toda su familia. En el caso de que Yokohama no regalase a Maldini el tan ansiado trofeo, il capitano podría optar por continuar jugando hasta fin de temporada (aunque como ya empezó a hacer la pasada campaña, reservándose para los partidos más importantes). Sólo para demostrar que nunca se ha rendido y que no lo va a hacer ahora.

Pero la tentación de retirarse, de dejarlo todo levantando un trofeo del prestigio de la Intercontinental, es alta. También porque, aunque Maldini sea un sacrificado y un luchador, el cansancio hace mucha (quizá demasiada) mella en él, sobretodo cuando juega en la banda, y sus rodillas cada vez chirrían más.

Los que somos más jóvenes no hemos conocido otro '3' en la camiseta del Milan que no sea el que se escribe debajo del nombre de Maldini, pero realmente transmite la sensación de haber sido eterno, de haber estado siempre ahí. Nadie recuerda a otro. Aún habiendo sido casi eterno, su ciclo, como el de todos está a punto de tocar fin. Eso puede ser el próximo domingo. Entonces, el mundo del fútbol llorará a su '3'.