lunes, 15 de septiembre de 2008

Lazio y Juve recogen sus rentas (el Milan las suyas)


Esta Serie A se anuncia igualada y emocionante, como hacía muchos años que no pasaba, y parece dispuesta a premiar el trabajo y las buenas ídeas antes que las inversiones millonarias. En las primeras posiciones de la tabla encontramos cosas nuevas. En el primer puesto está la Lazio de Dellio Rossi, que tras varios años deambulando ha vuelto ha encontrar la capacidad de ser un equipo y, encima, de la mano de Zárate, jugar bien. Está también la Atalanta de Luigi Del Neri, que en Bergamo busca repetir la epopeya del Chievo. La Lazio, profundamente renovada en verano, también busca reverdecer viejos laureles. Busca entusiasmar a un público que está entregado a su nueva estrella. Porque esta es la Lazio de Dellio Rossi, de Pandev, de Carrizo (que ya puede jugar), es un grupo compacto y que sabe qué hace, pero, sobretodo es un equipo que lleva el sello de Mauro Matías Zárate.

Tras superar la cascada de emociones que supuso para Zárate el debut en Cagliari, asumiendo la responsabilidad de un penalti decisivo y después marcando un espléndido gol, el argentino consiguió volver a fascinar en su segundo partido, en su debut en el Olimpico. Espectacular el gol que abrió el camino de la victoria ante la Samp: perfecto en la creación como en la finalización. No fue un disparo fortuito o de casualidad, Zárate levantó la cabeza, observó y eligió el ángulo por el que iba a batir a Castellazzi. Después llegaría otra obra de arte, en esta ocasión de Pandev, que sólamente sirvió para confirmar una victoria palpable sobre el terreno de juego y un primer puesto en la clasificación.

Así, Zárate se ha convertido en una de las mayores sorpreses de este inicio de Serie A. También hay que reconocer el mérito que tiene en todo esto al presidente de la Lazio, que apostó por el argentino cuando Europa entera parecía empezar a resignarse y ya le miraba como otro talento perdido. Y así la Lazio comanda la clasificación, una clasificación sorprendente por como se alinea, y el próximo sábado visitará al Milan, ahora colista con cero puntos. Tras perder en casa ante el Bologna hace dos semanas, volvió a caer contra un Genoa de calidad, cimentado en Gasbarroni y convertido en fantasía por el que fuese estrella de nuestra liga, Diego Milito. Ancelotti ha sido llamado a filas, y nada parece haber salido de la reunión que han mantenido él y Galliani. 'Que no cunda el pánico' es el mensaje que ha mandado el Milan, el idóneo y probablemente el único posible dos semanas después de empezar el campeonato. Galliani, justo después del partido, confirmó a Ancelotti en el cargo, confirmó la confianza del Milan en él y aprovechó, en un gesto de caballerosidad, para asumir, a sottovoce, su parte de culpa, asumiendo su responsabilidad (única) en todos los fichajes que ha hecho el Milan este verano. Desde Zambrotta a Shevchenko, pasando por Ronaldinho, ninguno de ellos (salvo el italiano) del agrado del entrenador. Un Ancelotti que ha tenido que soportar verse ninguneado por Berlusconi. Dos semanas, desde que acabó la primera jornada reclamando el Milan de los balones de oro. Los vimos en Genoa, vimos que son capaces de hacer dos balones de oro fuera de forma y otro lesionado. 2-0.

Entre los más grandes también ganó la Juve, merecidamente, encerrando al Udinese en su campo hasta el gol de Amauri. Estuvo genial el brasileño (por poco), tras una internada al área de Sissoko, encontrando el único hueco posible por donde cabía el balón para que superase a Handanovic y entrase en la portería. Que la Juventus tiene la mejor delantera de Italia y una de las mejores del mundo es algo que ya no se puede esconder. Ayer vimos como titulares a Iaquinta y Amauri y después a Del Piero y Trezeguet en un mismo partido y con la misma camiseta, todo un espectáculo y un orgullo. Compacta, sabedora de sus cualidades (y también de sus limitaciones) y a tope físicamente, la Juve de Ranieri ha superado ya Florencia y ha ganado a uno de los mejores equipos del, por decirlo de alguna manera, 'segundo grupo' de la Serie A. Un inicio de temporada más que positivo. Y esperanzador. No lo es así para Mourinho. Obviamente, el Inter es lo que es, y es el máximo favorito para ganar el campeonato, pero por lo que tiene, no por lo que hace ni por cómo lo hace. En dos partidos de Serie A no ha dado ni una razón que justifique su favoritismo, con un juego plano y acomodado, el partido contra el Catania ganó con un gol en propia puerta que no entró y el árbitro sí concedió.

Importantísima también la victoria del Nápoles, que tras dos semanas llenas de distracciones y desmoralizaciones fuera del campo, ha sacado fuerzas de donde no las había para remontar el partido contra la Fiorentina. Otro equipo, con menos carácter y calidad, se hubiese dado por vencido tras el gol de Mutu. El Nápoles no. Se levantó, volvió a meterse en el partido, lo dominó, consiguió el empate con Hamsik y la victoria con Maggio. Dos jugadores de esos que ficha el Nápoles, que cada verano deja su sello con alguna contratación sorprendente. Los suyos no son sólo cuatro puntos en dos jornadas (Roma y Fiorentina), sino la demostración de que es un gran proyecto y que por tradición, afición y ganas, está obligado a crecer.

2 comentarios:

Andrés Romero dijo...

El partido de Diego Milito fue un escándalo, Cristian.

Vi a tu Juve ante un decepcionante Udinese. Amauri ya empieza a rentabilizar su fichaje; el brasileño es para mí un jugador muy infravalorado. Me sorprendió el gran tono físico y competitivo de Momo Sissoko.

En fin, que Milan y Juve no desprenden las mismas vibraciones. Qué duda cabe.


Un abrazo, amigo.

Sergio Requejo dijo...

Esta Roma no huele nada bien. Pierden en liga y ayer en Champions ante un equpo totalmente desconocido.

Saludos desde el Fubolo.

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