lunes, 29 de septiembre de 2008

El sur, más arriba que nunca


El Milan ganó merecidamente el derbi lombardo de ayer, con un golazo de Ronaldinho y una posterior sonrisa que creíamos había perdido, demostrando a muchos que estábamos equivocados, que están preparados para luchar por el Scudetto y que, por si quedaba alguna duda después de tantos años y tantos títulos, Ancelotti es un gran entrenador, el mejor para este Milan. La derrota del Inter ha revolucionado la clasificación. Seis años después está en el primer puesto una maravillosa Lazio, que ha ganado cuatro partidos de cinco, gracias a una pareja de delanteros realmente demoledora. Pandev ya es una estrella de primer nivel por su capacidad de inventar y marcar con la misma facilidad. Zárate es la sorpresa más grata que el fútbol nos ha dejado este inicio de temporada en Europa: seis goles en cinco partidos y una aportación constante al juego del equipo.

Rebuscando entre las estadísticas de la Serie A, tenemos que remontarnos hasta la temporada 92/93 para encontrar un delantero laziale que marcase tantos goles en las cinco primeras jornadas: el gran Beppe Signori, que anotó siete veces en las cinco primeras jornadas. Pero el entusiasmo que ha generado Zárate entre la afición biancoceleste va mucho más allá. Me dicen desde Italia que allí ya le comparan, ni más ni menos, con Bruno Giordano. Un lujo que hasta la fecha ningún jugador de la Lazio se ha merecido ganar. Y menos un extranjero. Los que no tuvimos la suerte de poder verle en directo, suponemos que lo comparan por su regate seco y elegante, por su capacidad para defender el balón, por la rapidez de sus movimientos, por su toque de cabeza perfectamente coordinado y por su golpeo de pelota fuerte y preciso, por su seguridad en sí mismo y las ganas de jugar siempre dándolo todo. Todo para que su Lazio siga sumando puntos. La de ayer fue la cuarta victoria (1-3 al Torino) en cinco partidos con dos goles de Zárate y un entusiasmo y una ilusión que crece en la Roma celeste jornada tras jornada. El mismo entusiasmo que ahora acompaña a la afición del Nápoles, segundo clasificado, que ha conseguido once puntos con un calendario complicadísimo. Hace doce años que el Nápoles no empezaba tan bien la competición. Incluso haciendo rotaciones en vista del partido de Uefa del jueves contra el Benfica, el Nápoles sigue siendo un equipo, y de mucha calidad. Gran parte del mérito de este equipo le pertenece al director deportivo, Pasquale Marino, que ha vuelto ha fichar los jugadores adecuados en las posiciones adecuadas. Ayer le tocó lucirse a Germán Denis, que salió desde el banquillo para batir al Bologna, mandarle al pozo y dejar a Arrigoni en una cuerda más que floja.

Justo por detrás del Nápoles está el Inter, que ayer no jugó bien, con 10 puntos y seguido a un punto de Milan y Juventus. Ancelotti ha dicho "ciao, crisi" con tres victorias consecutivas que han revalorizado su equipo y, quien sabe si sólo por el momento, han alejado todas las críticas que surgieron con unos fichajes cuya utilidad aún no ha quedado del todo demostrada. Ancelotti, como gran entrenador que es, decidió ayer, en un ejercicio de responsabilidad, aunque corriendo un riesgo en los futbolístico, alinear a Ronaldinho de inicio. Darle la titularidad, seguridad, responsabilidad e intentar recuperarle para el fútbol de una vez por todas. El Gaúcho le retribuyó con un gol y buen juego. Un partido no sentencia nada, pero parece que el Milan se mete en la pela por el título. Más viendo cuando aún tiene que recuperar a gente como Nesta, Pirlo o Inzaghi. Con los mismos puntos, pero ya sin euforia y con los ánimos un poco frios y las ilusiones desquebrajadas, está la Juventus, que volvió a empatar, sin jugar bien y, además, sin marcar. Paradojicamente, está Juventus, con Del Piero, Iaquinta, Amauri y Trezeguet tiene los peores registros goleadores de la historia bianconera. El gol de Ronaldinho les vale para no verse alejados de la cabeza, pero también para complicar más aún el Scudetto. El miércoles contra el BATE y el domingo contra el Palermo a Ranieri sólo le vale ganar. Y marcar.

Mientras tanto, asistimos al momento mágico de los equipos sicilianos. Con la victoria ante el Chievo, Zenga ha entrado ya en la historia del Catania, que nunca había empezado tan bien la Serie A y que, encima, juega bien. Ballardini, por su parte, ha arreglado las cosas en el Palermo. Tras la derrota de la primera jornada, parecía todo perdido, que todo el trabajo del verano había sido en vano, que el equipo no podía superar la marcha de Amauri. Pero, con los mismos jugadores, eso sí, dados la vuelta, el Palermo ha salido del atolladero, con nueve puntos y un Miccoli espectacular que llama a la puerta de Lippi. A la zona noble llegan ya quienes se esperaba: Udinese, Fiorentina y Roma. Partido complicado para todos, que no llegaban en el mejor momento. Quagliarella y Gilardino, nadie sabe por qué, pero siempre discutidos, le dieron a sus equipos los tres puntos. La Roma, por su parte, tenía un partido mucho más complicado y, aunque sin demasiado brillo, consiguió sacarlo adelante. Aunque el verdadero momento clave para ello será el miércoles ante el Girondins. Pero era fundamental ganar ayer y llegar a un partido clave para el futuro del club con la moral reforzada, más relajados y en una posición más cómoda. Ayer volvió Mexès, una de las ausencias que tanto ha acusado la Roma y que tanto le han lastrado en este principio de temporada y la defensa se mostró mucho más seguro, haciendo una labor mucho más práctica e inteligente. Sólo hace falta mirar a la enfermería (con Totti, Baptista o Pizarro) para saber cual es el potencial real de esta Roma.

1 comentario:

Sergio Santomé dijo...

Se pone precioso el Calcio, con un Milan mejorando, la Juve y el Inter siguen ahí y además está el ofensivo y brillante Lazio.

Pero me está decepcionando muchísimo la Roma, que ayer ganó en un partido flojísimo.

Saludos!

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Christian Castellanos Lijó, administrador de Curva Bianconera.