Una cuestión de Estado
Tras el domingo negro en Italia, otro domingo negro en Italia, nos queda el dolor, la rabia, la impotencia, la agonía, el miedo y nos quedan también miles de dudas que se agigantan con el paso de los minutos. El pobre Gabriel murió y aún, más de 24 horas después, no tenemos claro ni por qué ni por quién. Y en parte, gracias a quién ayer en lugar de pararse, calmarse y reflexionar, sin ningún tipo de sensibilidad ni pudor tomó los medios y se lanzó a hacer análisis disparatados. Las televisiones italianas se inundaron de imágenes de Heysel y del pasado 2 de febrero que nada tienen que ver en absoluto con lo que pasó ayer y sacaron un debate como quien discute sobre qué pasó con Diana de Gales. Porque ayer no fue culpa del fútbol. El fútbol fue, es y será otra víctima.
Es increible que ayer un chico que ya con el coche en marcha sentado en el asiento trasero que se disponía a abandonar una estación de servicio recibiera un disparo. Ver para creer. Igual de increible es la casualidad de que al policia se le fuera involuntariamente un disparo que cruzó de parte a parte el Autogrill donde se desencadenó la pelea. Es increible como la muerte de este chico se comparó a la del inspector Filippo Raciti y desatara el canibalismo en toda Italia. Es increible como en un país normal como Italia pasen cosas de este género.
En Italia ayer se vivió el caos, la desolación, la tristeza, estas imágenes ya las habían vivido decenas de veces. Pero sobretodo existía ayer (y aún hoy) la duda. ¿Cuáles son las culpas atribuibles al fútbol? ¿Vetamos a las aficiones rivales de los estadios? ¿Qué hay que hacer para que el balón deje de ser prisionero de quien impide que se juegue en los estadios? ¿Ayer lo justo era parar toda la jornada y hoy estamos en contra de un parón de un mes por ejemplo? Un montón de palabras que te invaden, que no te dejan dormir, mientras el dolor te pregunta: ¿Qué culpa tiene el fútbol frente a estas tragedias?
¿Vetamos los viajes de los aficionados visitantes? Vale ¿Y ahora prohibimos a cinco chicos, como Gabriel y sus amigos, coger el coche e ir a donde quieran? Y qué, nunca sabes ni cuando, ni dónde, ni porqué, ni si por cuestiones políticas, nunca sabes si saltará un disparo en medio de la calle ¿Y si estás tranquilamente sentado en tu coche y una bala te atraviesa el cuello? ¿No será esa la bala que ayer por miedo, por inconsciencia, por ingobernabilidad, por lo que sea ha sobrepasado todos los límites de lo normal en un país? Es el gran interrogante que nos queda después del domingo, terrible, que sembró el terror en el escenario del fútbol. ¿Había que suspender la jornada? Probablemente sí, en señal de luto, respetando la muerte de un aficionado.
Lo que no podemos hacer ahora, sin analizar profundamente la situación es decir si había que jugar o no jugar. En Bergamo el partido empezó, y se tuvo que suspender. En Roma el partido se suspendió y hoy tenemos crónica negra desde la capital.
En Italia (si no se construye una relación de respeto y convivencia) el partido se convierte en un pretexto, en algo secundario. Lo que realmente se busca es el enfrentamiento, la guerra, algo inalcanzable, incomprensible a los intereses del fútbol. Ayer tocaba dejar de lado la rabia (nadie va a devolver a Gabriel, como nadie devolverá tampoco a Raciti) y echar mano del respeto, que tiene que ser el camino a seguir. Pero no, los bándalos se lanzaron a la calle sin explicaciones. Ahora les toca a los que mandan, al Estado italiano dar explicaciones plausibles y soluciones adecuadas. Pero, ¿qué soluciones son las adecuadas? De momento guardemos respeto, por Gabriel y por su familia.
22 comentarios:
el observatorio de seguridad ha tomado la primera decisión: prohibidos los viajes masivos de los aficionados clasificados como violentos. El mismo observatorio podrá suspender el partido si a las afueras del estadio se producen incidentes. También, desde el 1 de marzo los estadios con capacidad para mas de 7500 espectadores tendrán que tener a pie de campo guardias de seguridad.
Mientras los clubes sigan financiando a estos energúmenos, los problemas seguirán sin solución. Pasa en Italia, igual que en España y en más países, lo único que en Italia, estas rivalidades se convierten, por norma general, en cuestión de Estado.
Lamentable lo ocurrido Christian. Un saludo.
Es un asco y una vergüenza, he escrito sobre este mismo tema en mi blog.
Violencia hay en todos los ámbitos de la vida: esto es crimen, crimen organizado, y no sé cómo, pero hay que erradicarlo del fútbol como sea.
Se nos fue de las manos, lamentable lo ocurrido ayer, me viene a la cabeza la imagen de Cristiano Doni pidiendo clemencia y sus aficionados amenazandole, es muy duro...pero cuando más se denuncie mas protagonismo estamos dando a estos indeseables, que buscan la gresca y no ver un espectaculo.
un saludo
Los ultras, en Italia, en España y en China son lo peor que tiene el fútbol. Su existencia no tiene fundamento. Que los echen a todos.
Un abrazo.
Poco se puede decir, sólo condenar todo este tipo de actos violentos que rodean al fútbol. Un Abrazo Christian!
Vídeos y Resúmenes en http://locosxelfutblog.blogspot.com
De todas formas habría que buscar la causa de toda esta violencia. En Madrid ha muerto también un chaval de 17 años asesinado en el metro y no era seguidor de ningún equipo de fútbol. Quiero ir más allá, que mierda está pasando en nuestra sociedad en la que una vida humana vale tan poco como para acabar con ella por una ideología. Como te han dicho antes en todos los ámbitos el fútbol, la política... los ultras sobran. Las medidas represoras como las que comentas podrán funcionar puntualmente, pero habría que ir más allá y que el respeto por los demás fuera asignatura obligada en el cole.
Un saludo
Helena
En los 2 últimos meses he estado 3 semanas en Irlanda y una semana en Italia, y la verdad que la diferencia más allá de las latitudes geográficas radica esencialmente en la educación. Es pues la educación, la base de toda sociedad. Ya sabemos sobradamente lo que son los norteamericanos, cuya educación les dice que España está en México o son amados en todo el mundo (?). Sin embargo en Irlanda, el respeto a lo propio y a lo ajeno es máximo, los envidio muchísimo en ese aspecto. En España o Italia, la cosa cambia, y es tan habitual ver a los malditos ultras que casi se nos haría raro un partido sin ellos. Lástima, son una lacra, lo peor de lo peor, que para desgracia se cobijan en el fútbol con el beneplácito de los clubes, que no saben que a la larga son los más perjudicados pues muchos de sus propios hinchas dejan de acudir a los estadios por no encontrarse con semejante escoria.
Como he apuntado por ahí arriba, el domingo pasado estaba en Milán, y no sabéis que sensación más extraña es llegar a la estación central y ver a un amplio dispositivo de antidisturbios esperando a los hinchas laziales. O luego a las puertas de San Siro, las ordas de ultras protestando frente al estadio, para luego marchar a la Piazza del Duomo a liarla. Una lástima, más allá de que me quedé sin ver al Inter, viejo sueño que aún no he cumplido.
En fin, un saludo Christian !!
Que tal?
Ya está publicada la tercera entrega de juegos futboleros, anímate y juega que hay premio y aunque no lo hubiese hay que jugar de todas formas, ja, ja.
Un saludo nos leemos.
P.D. Me duele que aparezca la palabra fútbol en "esto".
Así es. El Estado debería meterse de lleno en el tema. Como hicieron en Inglaterra, la única manera de acabar con la violencia pasa por implicarse seriamente. Nada de tolerancia y medidas enérgicas.
un abrazo.
Muy buen artículo... Tan sólo quería decir una cosa a los que opinan: ¿cómo narices se identifican los violentos? ¿cómo se puede controlar a un grupo de personas? Si son delincuentes, no se les deja entrar al estadio... ¿No es fantasía todo esto? Pulula alrededor del estadio quien lo desea... No hay manera de controlarlo. Lo que sí se puede hacer es educar, aunque en Italia va a costar años. Hay violencia siempre.
Una tragedia con letras mayúsculas. No creo que Italia sea un país normal del todo. Hay excesivas peleas en el fútbol. Eso no es de un país normal.
Saludos.
Simplemente lamentable.
Estoy con Álvaro. Se vienen sucediendo lamentables sucesos en el país italiano.
No creo que exista una solución posible, el fútbol tiene, por desgracia, muchas otras cosas fuera de los estrictamente deportivo.
Mientras, en Chamartín, se frotan las manos (al buen entendedor con pocas palabras basta).
Un saludo!
Verguenza para el fútbol que pasen cosas como estas, que sigan sucediendo, los clubes que patrocinan a esta gente son los grandes responsables de esto...
Que jueguen sin hinchada visitante me parecería una buena opción...
Saludos viejo Cristian
La verdad es que el fútbol en Italia está demasiado politizado, aunque en este caso no haya tenido nada que ver. He visto hacer el saludo fascista al público de la Lazio cuando un jugador (Di Canio) se iba sustituido, aunque hace bastante de eso me parece vergonzoso, sinceramente.
Además ahora quieren acusar al policia de homicidio voluntario, ójala se haga justicia, por Sandri, un chico que iba a ver a su equipo y fue asesinado por un policia.
saludos, excelente post christian, de verdad.
Con el tiempo el fútbol italiano irá muriendo. No se puede seguir así. O mucho cambian las cosas, o no será el último muerto. Y es lamentable que 'aficionados' a un deporte, puedan hacer lo que hacen. ¿Qué tiene que ver esto con el fútbol?
Ya lo dijo Cannavaro y lo insinuó Kaka', poco a poco los futbolistas importantes saldrán de allí. Y si es esto lo que quieren los radicales, de verdad que son unos completos cabrones (con perdón).
En fín, sólo queda lamentarse y desear que no vuelva a ocurrir.
Un abrazo!
BUENO, OS INFORMO DE QUE CHRISTIAN NO POSTEARÁ EN UN TIEMPO (nO MUY LARGO) POR UN PROBLEMILLA QUE HA TENIDO.
UN ABRAZO A TODOS.
Pues justo me pasaba por aquí para ver su último post cuando he visto tu comentario, Zaragocista.
Mucho ánimo Christian, te esperamos ansiosos!!!
Espero que no sea nada Christian, es más, espero que sea una broma del amigo Guille.
Un abrazo a los dos!
Hostia Rubén....por qué me tienes???jaja
Un abrazo a tí y, sobre todo, a Christian.
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