tras haber sumado una serie de alarmantes empates. Antes de nada, hay que felicitar al La igualdad domina la Serie A, con los equipos grandes que no logran dar continuidad a sus resultados y los demás, que poco a poco, con mucho trabajo, igualan el nivel futbolístico dejando a un lado diferencias presupuestarias. Así el Milan, tras la victoria en el derbi contra el Inter, no pasó del empate a cero en Cagliari, un justo premio para los sardos. Aunque el partido acabó 0-0 fue emocionante y divertida: el Milan jugó bien y el Cagliari defendió mejor. Y si Allegri puede celebrar su primer punto en la Serie A este año, Ancelotti no debe lamentarse demasiado: el Milan ha superado con éxito la crisis inicial y la sensación es de que el Sant'Elia de Cagliari puede ser un fortín esta temporada. La Juve, por su parte, tocó fondo en Turín al caer ante el PalermoPalermo, regenerado por Ballardini, que ha rediseñado el equipo, recuperado a varios jugadores importantes y devuelto la moral al grupo.
Ayer su equipo asaltó Turín asestando la primera derrota de la temporada a la Juve y a Ranieri. Todo el equipo de la Juventus (entrenador, jugadores y presidente) han asegurado después del partido que trabajan por la misma causa, por lo que, considerando el alto nivel de profesionalidad, nadie debería permitirse el lujo de dudar de ciertos objetivos encubiertos de ciertas personas. Pero no es menos cierto que la Juve ahora es una entera incertidumbre. Hace tres jornadas la única duda que había parecía que era en qué jornada los de Turín iban a reconquistar el Scudetto. Y ahora, la juventinità se topa de bruces con la realidad. La Juve es un equipo más que bueno, pero que tiene limitaciones clarísimas y que, posiblemente, se hayan acrecentado con unas decisiones en los fichajes que, con el tiempo y los resultados, se han revelado erróneas. Más que los cambios o el sistema de juego, ese ha sido el principal problema de Ranieri: haber realizado unos fichajes que no han terminado por dar el resultado esperado o, atención, no saber sacar el mejor partido a algunos de esos jugadores. La Juve se reforzó muy bien en ataque con el fichaje de Amauri, consiguiendo una de las mejores delanteras del continente. Pero otras líneas no tuvieron la misma suerte. Por ejemplo, la defensa es totalmente insuficiente para jugar Serie A y Champions. Sin ir más lejos, en un partido ya decisivo como el de ayer, los centrales terminaron siendo Mellberg y Knezevic. Una defensa de calidad impropia para la Juve, una defensa contra la lógica turinesa y quizá por eso una defensa que tenga que ser protegida por una avanzadilla en el centro del campo. Demasiado músculo y una escasa cualidad de la que no se extrae ni lo mínimo. El fichaje de Poulsen sembró dudas durante el verano, pero parecían marchitas tras ver su rendimiento en la Juve. Pero ahora vuelven: sin la calidad necesaria en el centro del campo, se necesita una defensa a la altura y con alguien en disposición de jugar: y eso no está en la Juventus. Dicho todo esto, la Juventus ni es el martillo de hace tres semanas ni un equipo al que se le pueda menospreciar. Es un equipo en problemas con un desajuste estructural que empieza a hacerse evidente. Ahora la directiva tendrá que saber cómo gestionar la crisis y, sin renunciar a nada, empezar a mirar al futuro. No para fichar a Cassano, como muchos han reclamado. Sino para hacerse (quizá ya en enero) con dos centrales de calidad: uno para la defensa y otro para el medio.
Paralelamente a la crisis juventina hay que hablar del enésimo ridículo de la Roma. Ayer volvió a perder en un partido nefasto del equipo capitalino. Aunque tampoco estuvo demasiado bien el árbitro, que decidió expulsar a Mexès tras protestar una falta marcada que no existió (y que no sirve como excusa del francés) y no señaló un penalti en el último minuto, cunado la Roma se encontraba con nueve jugadores, que hubiese podido significar el 1-1. Dicho esto, hay que destacar que ciertos jugadores de la Roma tendrían que saber responder mejor ante las situaciones difíciles. Sin olvidarnos de las lesiones, que ya pueden haber arruinado la temporada romana: ayer faltaban Cassetti, Tonetto, prácticamente Juan, Pizarro y la delantera titular, Totti y Vucinic. Las repetidas lesiones han obligado a Spalletti a hacer jugar a futbolistas recién dados de alta y sin ritmo ni físico. La Roma está pagando un elevadísimo precio por cada lesión, que además le imposibilita al técnico elegir quién juega o cualquier intento de rotación. Los quince días de parón a la Roma le tendrán que servir para poder ajustar definitivamente el equipo. A la vuelta ya no se podrán cometer más fallos. Inter (sin Panucci y Mexès) y Chelsea nos mostrarán cual es el margen de mejora de la Roma. Mejorar mucho en poco tiempo: difícil.
En la otra cara de la moneda encontramos a los equipos a los que las cosas les van bien, juegan bien, ganan bien, nos divierten y, en definitiva, más nos gustan: Un toque de magia de Ibrahimovic le sirvió al Inter para encarrilar el partido contra el Bologna. Una taconazo increíble, de auténtico crack de primerísimo nivel mundial. Después, Adriano (de penalti dudoso) puso el 2-0 y, aunque Moras intentó que el Bolgna sacase algo positivo, el sábado en San Siro no hubo sorpresas. Con esos tres puntos, el Inter iguala a la Lazio, que no pudo ganar en Roma al Lecce. Y le hubiese superado de no ser por otro toque mágico. El último resquicio de la gran Lazio que ganó el Scudetto en el 2000 le dio ayer el empate a la Lazio en el último suspiro del partido. Nos gusta Simone Inzaghi. Y más aún que haya vuelto a marcar cuatro años después. Pero aún hay algo que está gustando más. Que está levantando más elogios: el Udinese de Pasquale Marino. De Quagliarella, de Di Natale, de Pepe, de D'Agostino, de Inler. Y de Mauricio Isla. Con el juego más serio y atractivo de toda la competición comandan ahora la clasificación. Un justo premio al gran trabajo que realizan cada verano en el Friuli, capaces de reponerse a marchas tan importantes como las de Iaquinta o Muntari y seguir creciendo cada año sin metas a la vista; capaces de reponerse a lesiones tan importantes como las de Zapata o Felipe. Capaces de hacer a la gente desear porque sea domingo para poder volver a disfrutar como su equipo. De momento lucha de igual a igual con el Inter. La desventaja es obvia: Marino no tiene la profundidad del equipo de Mou. Ese fue su lastre la pasada temporada. Pero el año pasado tampoco tenían a Fabio Quagliarella en racha. De la misma manera, resaltamos el gran trabajo de la Fiorentina; capaz de salir de situaciones muy difíciles al son de los goles, la Atalanta; que no se cansa de frecuentar las posiciones altas de la tabla y el Catania de Walter Zenga; la auténtica revelación de esta Serie A tan apasionante.
Ayer su equipo asaltó Turín asestando la primera derrota de la temporada a la Juve y a Ranieri. Todo el equipo de la Juventus (entrenador, jugadores y presidente) han asegurado después del partido que trabajan por la misma causa, por lo que, considerando el alto nivel de profesionalidad, nadie debería permitirse el lujo de dudar de ciertos objetivos encubiertos de ciertas personas. Pero no es menos cierto que la Juve ahora es una entera incertidumbre. Hace tres jornadas la única duda que había parecía que era en qué jornada los de Turín iban a reconquistar el Scudetto. Y ahora, la juventinità se topa de bruces con la realidad. La Juve es un equipo más que bueno, pero que tiene limitaciones clarísimas y que, posiblemente, se hayan acrecentado con unas decisiones en los fichajes que, con el tiempo y los resultados, se han revelado erróneas. Más que los cambios o el sistema de juego, ese ha sido el principal problema de Ranieri: haber realizado unos fichajes que no han terminado por dar el resultado esperado o, atención, no saber sacar el mejor partido a algunos de esos jugadores. La Juve se reforzó muy bien en ataque con el fichaje de Amauri, consiguiendo una de las mejores delanteras del continente. Pero otras líneas no tuvieron la misma suerte. Por ejemplo, la defensa es totalmente insuficiente para jugar Serie A y Champions. Sin ir más lejos, en un partido ya decisivo como el de ayer, los centrales terminaron siendo Mellberg y Knezevic. Una defensa de calidad impropia para la Juve, una defensa contra la lógica turinesa y quizá por eso una defensa que tenga que ser protegida por una avanzadilla en el centro del campo. Demasiado músculo y una escasa cualidad de la que no se extrae ni lo mínimo. El fichaje de Poulsen sembró dudas durante el verano, pero parecían marchitas tras ver su rendimiento en la Juve. Pero ahora vuelven: sin la calidad necesaria en el centro del campo, se necesita una defensa a la altura y con alguien en disposición de jugar: y eso no está en la Juventus. Dicho todo esto, la Juventus ni es el martillo de hace tres semanas ni un equipo al que se le pueda menospreciar. Es un equipo en problemas con un desajuste estructural que empieza a hacerse evidente. Ahora la directiva tendrá que saber cómo gestionar la crisis y, sin renunciar a nada, empezar a mirar al futuro. No para fichar a Cassano, como muchos han reclamado. Sino para hacerse (quizá ya en enero) con dos centrales de calidad: uno para la defensa y otro para el medio.
Paralelamente a la crisis juventina hay que hablar del enésimo ridículo de la Roma. Ayer volvió a perder en un partido nefasto del equipo capitalino. Aunque tampoco estuvo demasiado bien el árbitro, que decidió expulsar a Mexès tras protestar una falta marcada que no existió (y que no sirve como excusa del francés) y no señaló un penalti en el último minuto, cunado la Roma se encontraba con nueve jugadores, que hubiese podido significar el 1-1. Dicho esto, hay que destacar que ciertos jugadores de la Roma tendrían que saber responder mejor ante las situaciones difíciles. Sin olvidarnos de las lesiones, que ya pueden haber arruinado la temporada romana: ayer faltaban Cassetti, Tonetto, prácticamente Juan, Pizarro y la delantera titular, Totti y Vucinic. Las repetidas lesiones han obligado a Spalletti a hacer jugar a futbolistas recién dados de alta y sin ritmo ni físico. La Roma está pagando un elevadísimo precio por cada lesión, que además le imposibilita al técnico elegir quién juega o cualquier intento de rotación. Los quince días de parón a la Roma le tendrán que servir para poder ajustar definitivamente el equipo. A la vuelta ya no se podrán cometer más fallos. Inter (sin Panucci y Mexès) y Chelsea nos mostrarán cual es el margen de mejora de la Roma. Mejorar mucho en poco tiempo: difícil.
En la otra cara de la moneda encontramos a los equipos a los que las cosas les van bien, juegan bien, ganan bien, nos divierten y, en definitiva, más nos gustan: Un toque de magia de Ibrahimovic le sirvió al Inter para encarrilar el partido contra el Bologna. Una taconazo increíble, de auténtico crack de primerísimo nivel mundial. Después, Adriano (de penalti dudoso) puso el 2-0 y, aunque Moras intentó que el Bolgna sacase algo positivo, el sábado en San Siro no hubo sorpresas. Con esos tres puntos, el Inter iguala a la Lazio, que no pudo ganar en Roma al Lecce. Y le hubiese superado de no ser por otro toque mágico. El último resquicio de la gran Lazio que ganó el Scudetto en el 2000 le dio ayer el empate a la Lazio en el último suspiro del partido. Nos gusta Simone Inzaghi. Y más aún que haya vuelto a marcar cuatro años después. Pero aún hay algo que está gustando más. Que está levantando más elogios: el Udinese de Pasquale Marino. De Quagliarella, de Di Natale, de Pepe, de D'Agostino, de Inler. Y de Mauricio Isla. Con el juego más serio y atractivo de toda la competición comandan ahora la clasificación. Un justo premio al gran trabajo que realizan cada verano en el Friuli, capaces de reponerse a marchas tan importantes como las de Iaquinta o Muntari y seguir creciendo cada año sin metas a la vista; capaces de reponerse a lesiones tan importantes como las de Zapata o Felipe. Capaces de hacer a la gente desear porque sea domingo para poder volver a disfrutar como su equipo. De momento lucha de igual a igual con el Inter. La desventaja es obvia: Marino no tiene la profundidad del equipo de Mou. Ese fue su lastre la pasada temporada. Pero el año pasado tampoco tenían a Fabio Quagliarella en racha. De la misma manera, resaltamos el gran trabajo de la Fiorentina; capaz de salir de situaciones muy difíciles al son de los goles, la Atalanta; que no se cansa de frecuentar las posiciones altas de la tabla y el Catania de Walter Zenga; la auténtica revelación de esta Serie A tan apasionante.
3 comentarios:
Creo, desde la lejanía (ya sabes que no sigo mucho la Serie A, lo justito), que el Inter a nada que lo haga medianamente bien, se llevará el Scudetto, más que nada porque los demás no andan nada finos.
Lo de la Roma, no tiene explicación por ningún lado. El año pasado fueron los que mejor jugaron y se merecieron ganar la liga y ahora, con un equipo mejorado, se hunden.
Por cierto, ¿la Fiore está respondiendo a las espectativas? Se habló mucho sobre éllos antes de que comenzara la temporada por sus grandes fichajes.
Un abrazo!
un saludo, estan abiertas ya las votaciones a los premios.
www.tocaladecara.blogspot.com
La Serie A se nos presenta pareja, Christian, porque Juve y Milan no acaban de arracar. Y la Roma, ídem. Esto hace que sus plazas las ocupen otros equipos.
A la Fiorentina sí la veo bien: Prandelli es un tipo de buenos oficios (¿por qué no lo ficha tu Juve?) que sabe lo que tiene entre manos. De cualquier forma, todo lo que no sea una victoria del Inter de Mou será una sopresa como la copa de un pino.
Un abrazo, amigo.
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