Así está el Calcio

La Roma sigue dando facilidades al Inter mientras Del Piero confirma a 'su' Juve como la mejor alternativa

La Roma sigue ralentizando su marcha y el Inter es cada día más líder. La presión de quien ha perdido la costumbre de estar en las batallas más nobles y su historia no le permite vivir de ella ha podido con la escuadra de Spalletti, que ayer no pasaron del 0-0 en el Olimpico de Turín contra el Toro, y dando las gracias... Los de Novellino suman ya dos meses sin conocer la victoria y los giallorossi se presentaban en el piamonte para machacar. Nada más lejos. Sin Totti (nuevamente lesionado), vimos a un conjunto lento, previsible y sin ídeas, como ya nos ha mostrado esta Roma en anteriores jornadas. Sólo al final el equipo de Spalletti, con el Toro ya sin Comotto y sin entrenador, la Roma reaccionó. De Rossi protestó amargamente el penalti de la impotencia. La Roma se vio superada en todo momento, siente una disolución que parece irremediable y la presión les va alejando de sus sueños. El Toro, por su parte, difuminó las diferencias en la clasificación y se mostró muy activo. Di Michelle, que estuvo soberbio, fue la personificación del ataque de un Torino que pide agonizante su vuelta. Ya son 8 jornadas sin sumar 3 puntos en un partido. El Toro se acerca al abismo de la B peligrosamente.

El sábado tuvimos el otro enfrentamiento entra la capital romana y la piamontesa. La Lazio, que estaba obligada a quitarse de encima la decepción del Bernabeú, salió muy ordenada aunque presa de sus propias limitaciones. Del Piero, tras tres banquillos consecutivos, tenía que confirmarse (vaya usted a saber por qué) ante Ranieri y ya de paso dejó a la Juventus como la candidata más seria para hacerle algo de sombra al Inter de Ibrahimovic. Con dos destelles de su calidad personal e intransferible, Alex decidió un partido bronco, feo que sólo así podía sacarse adelante. Su espectacular actuación que da (otra vez) tres puntos importantísimos a la Juve (y le devuelven a la victoria como visitante que desconocía desde la jornada 2) no sorprendió ni dejó impasible a nadie. Bueno, a casi nadie. Habrá que ver cómo lo vio mister Ranieri. Cuando Del Piero marcó el 1-3 el partidó ya había acabado, al mismo tiempo que se reabría el debate eterno, innecesario, tonto y cansino en torno a él.

Cerró la jornada el Inter, que, aún a medio gas, demostró estar ahora mismo fuera de concurso. Pese a sacar un equipo plagado de bajas, algo que ya empieza a ser habitual este año, y sin tener muchas ganas de jugar partidos que no son de su liga, los de Mancini evidenciaron la diferencia abismal existente entre el líder y el colista de la Serie A. En gran parte gracias a Julio Cruz que ayer abrió el marcador con su octavo gol en Serie A. En gran parte gracias a los arbitrajes, que deberían empezar a disimularse un poco. Si anteriormente era la Juve quien se lamentaba por arbitrajes desastrosos (como en Napoli y Parma), muy mucho puede quejarse ahora la Roma por lo que está pasando en las últimas semanas. Ya el domingo pasado le anularon en el último minuto un gol aparentemente legal a De Rossi, y ayer, también en el último minuto, no le concedieron un claro penalti sobre Vucinic que se protestó, como decíamos, muy vehementemente. Sí, la Roma está mal, físicamente al límite, pero ese es otro tema. Volviendo al Inter, el equipo de Mancini se ha convertido en un conjunto insuperable: haciendo el mínimo saca más puntos que nadie.

Del resto de la jornada destaca el empate de la Fiorentina, que después de algunas decepciones que ahora mismo le tienen fuera de puestos de Liga de Campeones, volvió a cosechar un resultado mínimamente positivo (empate a 2) en Genova, contra la Samp de Cassano, que fue protagonista para bien y para mal; pero sobretodo hay que resaltar el renacimiento del Palermo. Guidolin ha iniciado con buen pie su cuarta aventura siciliana: con un tridente de auténtico miedo formado por Amauri, Miccoli y Cavani, consiguió doblegar a la Atalanta en Bergamo, que no es poco. Y es que el equipo de Del Neri llevaba más de un año sin perder en casa y aún marcando Amauri en propia puerta, el Palermo pudo con ella.

El Udinese, con las bajas importantísimas de Quagliarella y Zapotocny, cayó en casa del Catania, que de la mano del imparable Mascara, que el sábado volvió a marcar por partida doble, y de Colucci sigue con su ascensión sorprendente a los puestos nobles de la clasificación. El Napoli consiguió un punto ciertamente valioso de Siena y continua así en su camino más que digno y lleno de esperanzas por la Serie A. Todo lo contrario que Reggina y Cagliari, que ni con el cambio de técnico han podido revertir su penosa situación. La impresión que dejan es que si en enero no llega algo nuevo y distinto, tendrán casi imposible salvarse.