Hasta siempre, Antonio

Se fue uno de los grandes

El 28 de agosto de 2007 será recordado por siempre como el día en que la tragedia golpeó al sevillismo, al fútbol en general y a la familia de Antonio Puerta.

El dolor se cebó con él y, tras sufrir varias paradas cardiorrespiratorias, dijo basta. Así de injusto ha sido el destino con Antonio Puerta que le ha arrebatado a los 22 años la vida y el privilegio de poder disfrutar su futuro y el de su hijo que nacerá huérfano en breve.

Creo que nadie esperaba una bofetada de este calibre. El fallecimiento de Puerta ha puesto de nuevo sobre el tapete la estrecha cercanía del fútbol con los sentimientos humanos. Para los que vivimos el fútbol ayer nos dejó un amigo. Un amigo que no conocíamos, pero que metafóricamente estabamos junto a él cada fin de semana. Él nos daba lo mejor de sí mismo devolviendonos nuestro sufrimiento y fé en él. Nos dejaba disfrutar de su arte, de sus esperanzas, de los títulos que regaló al sevillismo y al fútbol español, de aquella volea ante el Schalke. Poseía talento, juventud y un futuro por delante. Pero Dios escribe derecho con renglones torcidos, y este último lo ha torcido más de lo que esperábamos todos. España entera llora por Antonio.

Además de un futbolista, se nos ha ido un amigo, un novio, un hijo, un padre... son sus familiares y amigos quienes más profundamente sentirán su ausencia. Sepan todos ellos que les acompaña un sentimiento unánime de dolor. Pero de un dolor esperanzado, porque Puerta vivirá mientras viva el fútbol.