Una situación insoportableAnoeta pidió la dimisión del Consejo en la noche en que se asumió el descenso.
Hasta ahora, con más fe que argumentos, habíamos tratado de esquivar la realidad. Pese a haber perdido cinco de los últimos seis partidos, pusimos todos los medios para seguir engañándonos. Nos aferramos a una matemática imposible para defender lo que el juego nos recordaba amargamente cada semana: que el proyecto de la presente temporada es una auténtica vergüenza y que, por tanto, un sinfín de lamentables decisiones del consejo en 20 meses de inolvidable mandato dejarán a la Real, 40 años después, en Segunda División. Pudo ser hace quince días ante el Madrid o la semana pasada en Huelva pero, seguramente, la noche en la que la mayoría asumimos que la Real descenderá el próximo 17 de junio fue ayer.
El partido de ayer, nuestra despedida de la máxima categoría, ladeó lo grotesco y nos humedeció los ojos hasta llenarlos de lágrimas a los que hemos sentido esta Real en lo más profundo del corazón. El esfuerzo -sin recompensa- de ayer fue debastador para Anoeta. No porque en sus mentes maldicieran los defensores de la elástica txuri urdin. Todo lo contrario. El ejercicio de entrega y derroche fue incuestionable y responde a lo que Gipuzkoa quiere: una muerte sin rendirse.





2 comentarios:
Aunque ya nada pueda devolver la hora del esplandor en la hierba, de la gloria en las flores, no hay que afligirse porque la belleza siempre subsistirá en el recuerdo.
Ir a si en la liga os pasa por no saber apreciar lo k teniais en kasa e ir a fuera a buskarlo y para k? mirar lo k aveis konsegido por no segir kn vuestra cantera no es k merezcais bajar a segunda por el ekipo k teneis pero no teneis espiritu y eso se nota.Habeis perdido vuestra identidad y solo sois un ekipo mediocre sin nada k os distinga
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